Es un hecho que nos sentimos mal cuando la comida se descompone y nos duele tener que tirarla. Algunas personas para tratar de «salvarla» siguen algunos consejos comunes como el de ponerle bicarbonato de sodio a los frijoles, algunos condimentos para disfrazar el mal olor o sabor y luego volverlos a calentar para poderlos comer. Desafortunadamente por este tipo de prácticas muchas personas terminan intoxicadas. Te explico porqué: Cuando los microorganismos crecen en un alimento y empiezan a provocar cambios en su sabor, color textura, ya han llegado a una cantidad enorme, por lo que no es seguro comer ese alimento. ¿Qué hace el bicarbonato ante el sabor agrio de los frijoles echados a perder? Neutraliza un poco esa acidez (porque es un compuesto de pH básico) y «disfraza» el mal olor y sabor, pero no mata a las bacterias presentes ni destruye sus toxinas, es decir no «desinfecta» el alimento y puede ocurrir que las personas que lo coman se enfermen. Voy a hacer una comparación un poco burda: Es como si una persona que lleva dos semanas sin bañarse se pone algo de perfume, el olor se va a disimular, pero la mugre sigue ahí.
¿Entonces cómo prevenir que se echen a perder? En los cursos que impartimos de Manejo Higiénico de Alimentos, les explicamos que hay dos factores clave para mantener los alimentos seguros: «tiempo y temperatura». Mientras mas tiempo pasen esos frijoles a temperatura ambiente mas pronto se van a descomponer. Así que hay que mantener los alimentos: FRIOS, LIMPIOS Y EN MOVIMIENTO.
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